Se duplicarán los puestos, serán 20 durante el fin de semana. Además: datos sobre esta política vial.

Como todos los años, en el marco de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, se duplicarán los controles de alcoholemia habituales con 20 puestos de control ubicados en puntos estratégicos. Se estima que 21% (1 de cada 5) de los siniestros fatales registrados en la Ciudad de Buenos Aires están relacionados con el consumo de alcohol. Por eso, esta es una política clave para reducir los incidentes viales, en la que los Agentes de Tránsito realizan operativos los 365 días del año. Desde 2016 a noviembre de 2022, los controles de alcoholemia se incrementaron 177% (de 119.772 a 331.986) mientras que la cantidad de positivos disminuyó de 3,3% a 1,5%.

Radiografía de los controles de alcoholemia
Controles de enero a noviembre del 2022

● Controles totales: 331.986
● Positivos totales 5.155 (1.5% del total de controles)
➔ Dosaje promedio: 0,86 g/l
➔ Género:
– Masculino: 78.6%.
– Femenino: 21.4%.

● Hasta noviembre de 2022 se realizaron 331.986 controles de alcoholemia, ascendieron 12% en comparación al mismo período de 2021 (296.112). Los positivos se mantienen estables en toda la Ciudad rondando el 1,5%.
● Por día se detectan 15 personas con alcoholemia positiva en CABA.
● Desde que comenzó en febrero a regir las nuevas penalidades por alcoholemia positiva ya se retuvieron 4.774 licencias por un mínimo de dos meses.
● El dosaje promedio en controles de alcoholemia positivos es de 0.86 g/l de alcohol.
● Los positivos de alcoholemia siguen liderados por los hombres con 78.6%.
● Los controles de estupefacientes, con respecto al mismo período, se mantuvieron estables con 2.047 controles hasta noviembre de 2022.
● Las 3 drogas más comunes detectadas en controles positivos son: Cocaína, Marihuana y Combinadas.

Metodología “embudo”

Para optimizar los puntos de control en distintas ubicaciones se utiliza la metodología embudo: se encauza el flujo vehicular tomando varios carriles de la avenida para poder verificar un mayor número de conductores y para que todos los vecinos que pasan por el lugar lo hagan a baja velocidad, vean de que se trata el control, y se genere conciencia en otros conductores.

Una conducción adecuada requiere lucidez y capacidad de reacción, el consumo de estas sustancias aumenta el riesgo de siniestros viales y la gravedad de las lesiones ya que afectan la capacidad para conducir: disminuyen los reflejos, la atención y la coordinación.