Declama el «ordenamiento de calles» en los feriados de carnaval. Habrá solo 8 en las calles.

El carnaval, la fiesta popular más antigua de la humanidad, se celebra en todo el mundo y cada ciudad le da su impronta. En Buenos Aires es una expresión de las clases populares que suele ser resistido o denostado por quienes no se identifiquen con esta propuesta que cada año se muestra en los barrios.

En un acto que roza lo discriminatorio, el flamante jefe de gobierno, Jorge Macri anunció a través de un comunicado de prensa que «este año se va a disminuir a ocho el número de corsos por el Carnaval en las calles, y como consecuencia se reducirán también los cortes totales que tanto afectaban a los porteños. Como parte de su compromiso de reordenar las calles de la Ciudad.»

Sin dudas los cortes de calles son mala palabra para los porteños, no así los miles mini piquetes diarios que se llevan a cabo en cada barrio estacionando en doble o triple fila por cualquier motivo y atorando el tránsito mucho más que un piquete en el centro. En esta volteada cayeron los corsos que si bien no tienen el brillo turístico de los carnavales de Montevideo o Brasil, siguen siendo expresión de nuestra cultura popular.

Los pocos que quedan en la calle serán en los barrios de Boedo, Mataderos, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Saavedra, Villa Crespo, Pompeya y Villa Lugano.

En tanto, los restantes seis que se harán en plazas se realizarán en el Anfiteatro Parque Lezama (San Telmo), Plaza Ricchieri (Devoto), Plaza Unidad Latinoamericana (Palermo), Plaza Unidad Nacional (Villa Lugano), Plaza Martín Fierro (San Cristóbal) y Plaza Irlanda (Flores/Caballito).

Otra discusión interesante se plantea en torno a si las murgas hoy son expresión de lo popular o hay que buscar esta manifestación en otros géneros como el trap, la cumbia u otros.